Siento haber tardado tanto en actualizar el blog esta vez...menos mal que en la última entrada dejé varias capotas en compensación, pero es que la vida de adulto es a veces complicada y siempre bastante atareada, así que a veces, no podemos dedicarle tanto tiempo a lo que realmente nos gusta. No me quejo porque sigo practicando mis aficiones, lo malo es que son tantas, que hay que racionarlas..., hoy esto, mañana lo otro, pasado lo de más allá. Al baberín ya solo le queda parte del punto lineal, espero terminarlo hoy en la sobremesa en casa de mis suegros. Ese ratín que pasamos charloteando todos en el sofá...y eso que a mi lo de charlotear y bordar a la vez me ha traído casi siempre serios disgustos...pero como esta vez solo queda el punto lineal no me preocupa equivocarme...Me gusta mucho como ha quedado porque es realmente muy colorido, aunque cuando lo elegí no lo vi tan femenino, pero es que quise ir metiendole colores que me gustaban y que ya tengo, porque es increíble la colección de madejas que tengo y aún así en cada proyecto nuevo debería comprar un montón más. Así que fuí respetando las graduaciones de tono para los volumenes pero metiendole los colores que más me llamaban la atención... El babero venía de regalo en un coleccionable de punto de cruz para bebé, me llamó la atención porque la parte que tiene para bordar es un cuadrado en medio del redondel, todo blanco incluído el ribete, así que podías meterle lo que buenamente quisieras. En el fascículo venía simplemente una letra en un solo color, muy fino, pero yo soy de diseños más elaborados...Ahora ya no me queda más remedio que atacar la mantita, lo estoy aborreciendo porque bordar en esa trama es lento y desesperante, pero cuando os muestre la obra de arte de mi hermana pequeña entenderéis porque merece la pena el esfuerzo...
